La innovación y la creatividad están sesgadas hacia el lado derecho


La mayoría de las personas muestran un ligero sesgo hacia el lado izquierdo del espacio. En otras palabras, si se nos muestra una línea horizontal y se nos pide que ubiquemos el punto medio, la mayoría de nosotros va a marcar esa posición un poco más a la izquierda del centro real.


escala blanco negro

Sin embargo, distintas investigaciones han demostrado que, en realidad, los individuos muestran variaciones en esta inclinación espacial. Que, como hemos dicho, la mayoría de nosotros este sesgo lo presenta hacia la izquierda, y una minoría lo tiene hacia la derecha. Es más, dicha predisposición espacial podría relacionarse de una manera interesante a determinados rasgos de nuestra personalidad.

Rachel Tomer, una investigadora en psicología cognitiva, utilizó una imagen de escala de grises para analizar el sesgo espacial de 156 estudiantes universitarios. A los participantes se les mostraron varios pares de rectángulos que se degradaban de negro a blanco en direcciones opuestas (ver imagen).
La tarea de los estudiantes era decir cuál rectángulo de cada par contenía más negro.

Tomer encontró una tendencia bastante generalizada hacia la parte izquierda del espacio, pero también descubrió que diez estudiantes mostraron este sesgo hacia la derecha.
Curiosamente, además se advirtió que los participantes con esta tendencia hacia la derecha del espectro, también tendían a obtener mejores resultados en trabajos enfocados en la realización de tareas innovadoras.

Dicha relación no sería tan sorprendente si esta investigación se hubiese hecho con animales, ya que la mayoría de ellos tiene su sesgo atencional fuertemente influenciado por el lado de su cerebro que tiene el sistema dopamínico más activo. Esto quiere decir que, a más actividad de dopamina en el hemisferio izquierdo, el sesgo atencional se dirige hacia la derecha y viceversa. La dopamina es un neurotransmisor conocido por estar involucrado en los circuitos del placer y recompensa del cerebro.


La teoría de Tomer es que los estudiantes con el sesgo hacia la derecha tienen más actividad dopamínica en el lado izquierdo de su cerebro, una característica también implícita en personas con altos índices de creatividad e innovación.

Pero concretamente: ¿realmente una mayor actividad de dopamina en el lado izquierdo del cerebro está relacionada con una naturaleza más creativa del individuo?
La respuesta a esta pregunta no es del todo clara, pero otras investigaciones apuntan a que esta teoría es cierta.
Por ejemplo, los pacientes con la enfermedad de Parkinson que mostraron una merma de dopamina en su hemisferio izquierdo, también presentaban una reducción en su capacidad cuando trataban de realizar tareas creativas. Sin embargo, en aquellos pacientes que la pérdida de dopamina se presentaba en el hemisferio derecho, no mostraban ningún cambio en su comportamiento.
Por otra parte, un estudio de imágenes cerebrales anterior al de Rachel Tomer había determinado que los individuos sanos con más receptores de dopamina en su hemisferio izquierdo obtuvieron mejores calificaciones en pruebas de motivación para la búsqueda de nuevos incentivos.


Referencia:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0028393208000699



Madres adolescentes y adultas responden de forma diferente al llanto del bebé


Las madres adolescentes no responden fisiológicamente de la misma manera que las madres adultas al escuchar el llanto de un bebé. Veamos las causas.



Según el estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá), esta diferencia se debe a la falta de madurez neuronal en una región del cerebro de las madres adolescentes.


La investigación

La exploración indagó en tres grupos diferentes de mujeres. El primer grupo estaba integrado por 56 madres adolescentes (edad promedio 18 años) cuyos hijos tenían menos de un año. El segundo grupo se componía de 58 chicas adolescentes con la misma media de edad que el primero, en este caso no eran madres ni estaban embarazadas. El tercer grupo estaba conformado por 49 madres adultas (edad promedio 31 años), que al igual que el primer grupo, eran madres primerizas y sus hijos tenían menos de un año.

A todas las participantes se les hizo escuchar un audio con el llanto de un bebé por algunos minutos, posteriormente se les analizó la frecuencia cardíaca y el nivel de cortisol (una hormona que se libera como respuesta al estrés), a través de una muestra de saliva.
A continuación, las mujeres que eran madres (primer y tercer grupo) fueron grabadas en vídeo interactuando con su propio bebé durante 15 minutos.


Los resultados

Las conclusiones de la investigación marcaron que, desde un punto de vista fisiológico, no hubo diferencias en la forma que las madres adolescentes (grupo 1) y las adolescentes que no eran madres (grupo 2) respondieron al llanto de los bebés, ya que en ninguno de los dos casos hubo cambios en la frecuencia cardíaca ni variaciones en el nivel de cortisol.

Pero las diferencias aparecieron cuando se compararon a las madres adolescentes (grupo 1) con las madres adultas (grupo 3). Estas últimas mostraron un aumento tanto en la frecuencia cardíaca como en el cortisol, en respuesta a los llantos.


Estas diferencias fisiológicas también se reflejaron claramente en la forma en que los dos grupos de madres interactuaron con sus hijos. Los vídeos indicaron que las madres adolescentes pasaron menos tiempo jugando con su bebé y más tiempo mirando para otro lado.

Tomados estos datos en conjunto, los investigadores manifiestan que los resultados sugieren que las madres adolescentes están en una menor sintonía conductual y fisiológica con sus bebés. Quizás, en parte, influyan los complejos retos sociales y económicos que las madres adolescentes muchas veces deben afrontar. Pero sobre todo, existe una amplia literatura que indica que la corteza prefrontal medial, una región del cerebro que controla el alerta conductual y la sensibilidad sensorial, madura lentamente y que este proceso finaliza alrededor de los 24 años de edad, esto quiere decir que en la adolescencia está aún en pleno desarrollo.


Referencia:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0018506X07002280



¿Tiene el hombre musculoso un mayor estatus social?


Los hombres musculosos pero que no muestran un comportamiento agresivo, son percibidos como buenos líderes.


hombre musculoso

Según una investigación, en el caso del sexo masculino, el hecho de tener una musculatura más desarrollada es una de las tres primeras impresiones que hicieron que los hombres tengan más éxito en determinadas áreas, una de ellas es ser percibidos como mejores líderes por el resto de la sociedad.
Curiosamente, los autores del estudio también encontraron que los hombres que ostentan una buena forma física pero actúan de manera agresiva, obtuvieron las calificaciones más bajas en términos de ser vistos como buenos líderes.

La investigación, llamada "el papel de la musculatura física y su estatus en la sociedad humana" fue publicada recientemente en el "Journal of Personality and Social Psychology". El estudio fue realizado por la Universidad de California.

Cuando leí sobre esta investigación, la primera reacción fue de no escribir sobre ella. No me gustan los estudios que promueven mensajes que se basan en la apariencia física, esto a veces lleva a que algunas personas puedan sentirse mal. Pero después de indagar un poco más, me di cuenta que el mensaje de esta investigación es mucho más complejo y variado.


Músculos, agresividad y estatus

En primer lugar, los investigadores hacen hincapié en que los rasgos no agresivos y la capacidad de llevarse bien con los demás son primordiales para ser percibido como un (potencialmente) buen líder. Desde el punto de vista evolutivo, los hombres de buena contextura física pero con un comportamiento violento, tarde o temprano son anulados por el resto del grupo.

En segundo lugar, aunque los hombres bajos y de menor porte físico tendrían que trabajar un poco más para ganar estatus social basado únicamente en las primeras impresiones, estas diferencias tienden a disiparse con el tiempo. Los investigadores subrayan que la creencia de que los hombres fuertes tienen éxito mediante la intimidación a sus potenciales rivales no es tan cierta como se piensa, ya que este efecto se diluye rápidamente.

En general, los resultados sugieren que el reconocimiento por parte del grupo de un comportamiento más empático de los hombres con buena contextura física, quizás intuitivamente, cumple una función social fundamental. Esto tiene mucho sentido desde una perspectiva ancestral, ya que mejora la eficacia de la cooperación dentro del grupo, incluyendo la sensación de seguridad que puede hacer sentir a los miembros más vulnerables.

Ya lo dijo la poeta Maya Angelou, "fuerza y ternura es una combinación insuperable". Es bueno tener una evidencia científica que sugiere que, desde un punto de vista evolutivo, los hombres más fuertes pero de buen corazón y que cooperan con el grupo, se les asigne un mayor estatus social dadas las señales que los demás advierten, sobre todo en cuanto a la percepción de liderazgo.


Referencia: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26653896



Autocontrol: la mejor estrategia para resolver problemas


Una cuestión que hace a la psicología cognitiva un tema difícil de estudiar, es que la gente tiene muchas maneras y estrategias para abordar un mismo problema.


autocontrol y problemas

Sin embargo, esa flexibilidad es también interesante. ¿Qué procesos son los que nos permiten cambiar de estrategias? Está claro que puede haber beneficios al utilizar diferentes métodos para resolver problemas, pero ¿cuáles son sus costos?

A veces podemos resolver inconvenientes pensando en ellos en abstracto, mientras que otras veces los resolvemos pensándolos en concreto. Este cambio entre formas abstractas y concretas de pensar los problemas requiere recursos de autocontrol.


Una conocida investigación de Roy Baumeister sobre el agotamiento del ego, sugiere que cuando se ejerce una gran cantidad de autocontrol de una sola vez, puede ocasionar que sea más difícil de ejercer el autocontrol de nuevo más tarde. La idea es que el autocontrol es un recurso limitado y que necesita tiempo para reconstruirse.

Por tanto, para explorar si la solución de conmutación de modos de razonar un problema está relacionada con los recursos de autocontrol, un grupo de investigadores de la Universidad Emory (Atlanta, Estados Unidos), realizaron un estudio en el cual se les planteaba a distintas personas resolver problemas. Para luego observar si estas situaciones afectaban su autocontrol.


La investigación

Los investigadores dividieron a los participantes del experimento en tres grupos y les plantearon solucionar una serie de problemas relacionados entre si.

Al primer grupo se le pidió contestar una lista de preguntas enfocadas en cómo resolver dichos problemas.
Al segundo grupo, las preguntas estaban enfocadas en por qué llevarían a cabo una serie de acciones para resolver los problemas.
En cambio, el tercer grupo debió responder preguntas de cómo y por qué, por lo que tuvieron que cambiar de estrategia en la manera de pensar durante el estudio.

Después de contestar las preguntas, los participantes hicieron lo que creían que era un estudio no relacionado con el anterior, que se centró en probar una bebida amarga pero saludable, que se les dijo que era un zumo muy popular en Japón. Cada persona ganaba una pequeña suma de dinero por cada vaso bebido.
Debido a que la bebida tenía un sabor desagradable, los investigadores pensaban que las personas debían ejercer cierto autocontrol al beberla.
Los resultados indicaron que los participantes que sólo respondieron por qué o cómo, bebieron casi tres veces más que aquellos que debieron responder cómo y por qué. Este resultado sugiere que la conmutación mental requiere autocontrol.

Un aspecto interesante de este trabajo es que los autores, en total, realizaron cinco estudios diferentes. Por ejemplo, con participantes bilingües, que debieron responder preguntas en un idioma o en otro. También se hicieron pruebas con videos humorísticos en el cual el participante debía mantenerse serio.


En cada investigación, las personas que debieron hacer variaciones mentales tuvieron un peor rendimiento en la tarea de autocontrol posterior, en comparación con aquellos individuos que mantenían un único modo de pensar.

Esta investigación sugiere que existen consecuencias por pensar en forma excesiva. Cuando tienes un día de trabajo con problemas difíciles, es probable que hayas tenido que cambiar de estrategias mentales muchas veces. Cada uno de esos interruptores tiene un costo, es decir, se está sobrecargando un recurso que es limitado. Por eso, cuando se encuentra atascado en un problema, es buena idea alejarse de él por un tiempo. Ese descanso puede ayudar a recuperar los recursos de autocontrol.

Esto también quiere decir que, después de un día de trabajo duro, debe tratar de evitar situaciones estresantes. Cuando se agota el autocontrol, existe un montón de evidencia de que se puede reaccionar de manera más agresiva hacia los demás.


Referencia: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9599441



¿Cómo entienden los niños pequeños el concepto de propiedad?


Si se piensa profundamente en la propiedad, veremos que es un concepto bastante impreciso, basado fundamentalmente en principios sociales y económicos abstractos.


niño juguete

Una cuestión básica en la vida cotidiana es determinar quién es el dueño de un determinado objeto. Una forma en que las personas resuelven esta duda es apoyándose en la regla de "primera posesión", según la cual la primera persona que vemos en posesión de un objeto consideramos que es su propietario, aunque posteriormente lo veamos en poder de otra persona.

Un grupo de profesores de la Universidad de Waterloo (Ontario, Canadá) investigó este patrón de comportamiento en niños de edad preescolar mediante varios experimentos.


La investigación

En el primer estudio, a niños de edades comprendidas entre dos y cuatro años se les relató una simple historia sobre un chico y una chica jugando con un juguete, después de lo cual se les solicitó que dijeran quién era el dueño del juguete. Si la historia describía en primer lugar a la chica jugando con el juguete, los niños tendían a asegurar que la dueña era la chica. Y viceversa, si el relato describía primero al chico en posesión del juguete, este era señalado como su dueño.
Esto sugiere que los niños pequeños juzgan la propiedad en función de quién es el primero en poseer un objeto dado.

¿Qué ocurre si otra persona, que no fuese la de la primera posesión, se atribuye la propiedad del objeto? En otro estudio se observa a una chica jugando con un juguete, posteriormente se puede observar a un chico jugando con el mismo objeto. En un determinado momento, el chico dice que ese juguete es de él. ¿Qué dirán los niños en este caso? La "primera posesión" sigue siendo la que prima en esta circunstancia, ya que la mayoría de los niños opinaron que la verdadera dueña de ese juguete era la chica.

Por último, los autores del estudio querían observar si la regla de la primera posesión podría ser superada en un contexto de entrega de regalos.
Cuando a niños de tres y cuatro años se les dijo que un chico tiene un juguete que luego entrega a una chica como regalo, todavía se inclinaban a decir que el chico era el dueño del juguete.
Sin embargo, cuando la entrega del chico se hizo más explícita: el juguete envuelto como regalo de cumpleaños para la chica, entonces la regla de primera posesión si se rompía, y los niños pequeños, en este caso, tendían mayoritariamente a decir que ahora el juguete era propiedad de la chica.

Estos resultados proporcionan una clara evidencia de que los niños en edades muy tempranas ya saben deducir quien es el dueño de un determinado objeto, cuando no se les dice explícitamente o cuando se trata de objetos con los que no están familiarizados. Los investigadores conjeturan que esta noción puede ser aprendida a raíz de ver y escuchar distintas expresiones, o bien podría ser innata, producto de que nuestro sistema cognitivo entiende el concepto de propiedad desde etapas muy tempranas.


Referencia:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0010027707003071



¿Afecta el buen o mal humor nuestro rendimiento mental?


Todos hemos padecido esos días en los que nos levantamos con el pie izquierdo de la cama y vemos el mundo más gris que de costumbre. ¿Puede el estado de ánimo incidir en un peor o mejor rendimiento mental?


humor

Los días en que nuestro estado de ánimo está a la baja tenemos la percepción de que la capacidad mental tampoco está en sus mejores momentos. Es decir, nos sentimos más cansados y menos motivados. Por el contrario, el hecho de estar de buen ánimo, nos hace parecer que poseemos una energía extra.
Sin embargo, un nuevo estudio de la revista "Intelligence" analizó la relación entre el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo en un grupo de personas durante cinco días consecutivos, y no encontró ningún nexo entre ellos.


La investigación

Un equipo de investigadores de la Universidad de Londres reclutó a 98 voluntarios, en su mayoría estudiantes (de ambos sexos, con una media de edad de 24 años) para realizar una serie de pruebas mentales durante cinco días consecutivos.
Dichas pruebas consistían, por ejemplo, en ejercicios de memoria a corto plazo (recordar listas de letras o números). En otro de los análisis se midió la velocidad de procesamiento (comparar lo más rápido posible si cadenas de letras y números eran idénticas). También se hicieron ejercicios de memoria de trabajo que implicaban distintos cálculos mentales.

Cada día, antes de comenzar las pruebas, los participantes completaban un cuestionario que le servía a los autores del estudio para medir el estado de ánimo actual de cada individuo.

Los investigadores encontraron una considerable variabilidad en el rendimiento mental y en el estado de ánimo de los participantes de un día para el otro, sin embargo, era el estado de ánimo el que variaba, bastante más que el rendimiento cognitivo. Pero lo más importante: no había acoplamiento entre los dos. Es decir, las variaciones diarias en qué tan bien los participantes realizaban las pruebas mentales, no estaban atadas a las fluctuaciones de su estado de ánimo.


Esta deducción no debe entenderse en el sentido de que una angustia emocional grave no va a perjudicar nuestro rendimiento mental. Lo que en realidad sugiere este resultado es que las oscilaciones cotidianas del estado de ánimo no afectan nuestro normal desempeño cognitivo.

Como observación, se podría decir que la muestra sólo examinó fluctuaciones durante cinco días. Es posible que los resultados pudiesen variar en escalas de tiempo más largas.
Por cierto, si hubo una relación significativa, los participantes que presentaban un mejor estado de ánimo necesitaron menos tiempo para finalizar las pruebas. Según los investigadores, esto sugiere que una tendencia general más entusiasta y positiva puede llevar a cerebros más veloces, pero se necesitaría investigación adicional para confirmar esta observación.


Referencia:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160289615001725



La relación entre la frecuencia cardíaca y la agresividad de una persona


Si bien es cierto que muchos de los factores asociados con la violencia son coyunturales, tales como el medio donde el individuo vive, su nivel educativo, desigualdad, pobreza, etc. También existen características biológicas que lo predisponen, una de ellas es la frecuencia cardíaca.


violencia

Un reciente estudio publicado en el "International Journal of Epidemiology" ha encontrado una fuerte relación entre la frecuencia cardíaca en reposo (FCR) y un comportamiento más violento.
Investigadores de la Universidad de Cambridge midieron la FCR en más de 3 mil niños y adolescentes de ambos sexos en la ciudad de Pelotas, una metrópoli relativamente pobre enclavada en una de las zonas más ricas de Brasil. Dicha ciudad tuvo en 2011 una tasa de homicidios de 19 por cada 100 mil habitantes, una cifra casi 20 veces mayor que la de países como Inglaterra o Suecia.


La frecuencia cardíaca en reposo (FCR) son los latidos del corazón por minuto después que la persona esté 10 minutos sentada y en total tranquilidad.

Los investigadores evaluaron los comportamientos criminales de los jóvenes encuestados mediante la verificación de antecedentes penales. Se consideró como una conducta violenta si el individuo poseía algún antecedente por determinados delitos, estos eran: amenazas personales, robos, asaltos, secuestros, asesinatos, violaciones y otros actos menos frecuentes.


Los resultados

Para el caso de los varones, ya a partir de los 11 años había una clara relación entre la FCR y la participación en crímenes violentos. A partir de los 15 años aquellos que tenían una FCR de entre 59-65 latidos por minuto, tenían el doble de probabilidades de cometer delitos violentos, que los varones que tuvieron una FCR de alrededor de 90-92 latidos por minuto.
Las mujeres con una FCR inferior tenían más del doble de probabilidades de haber cometidos hechos violentos que las mujeres con una FCR alta.

¿Por qué la FCR está vinculada con la conducta violenta? Una teoría es que una FCR baja puede estar asociada a mayores niveles de testosterona, lo que puede dar lugar a un comportamiento más agresivo de la persona. Otra teoría es que una FCR baja es un signo de falta de miedo, y los individuos que carecen de miedo generalmente son propensos a cometer acciones más osadas.

Es sorprendente que una característica física como la FCR pueda tener una relación tan clara con el comportamiento violento, tanto para mujeres y hombres. Asimismo, los autores del estudio dicen que si bien estos hallazgos pueden ser muy interesantes, no creen que puedan existir, al menos por ahora, implicaciones directas para la práctica, ya que el nivel de conocimiento actual sobre los mecanismos implicados son especulativos, y no permiten ir mucho más allá.

Aún así, el estudio proporciona un panorama claro de que si queremos entender determinados problemas sociales como la delincuencia y el comportamiento antisocial, debemos mirar tanto las causas externas (contextos sociales) como factores internos (psicológicos y biológicos) para obtener conclusiones más acabadas de la realidad.


Referencia:
http://ije.oxfordjournals.org/content/early/2016/01/28/ije.dyv340



Recordar e imaginar: diferentes pero similares


Recordar e imaginar parecen ser funciones muy diferentes, la primera, una recuperación del pasado. La segunda, explorar el futuro teniendo en cuenta la real y lo irreal.


imaginar

Sin embargo, muchas personas con daños en el hipocampo (una estructura ubicada en los lóbulos temporales del cerebro) tienen muy deterioradas ambas funciones: presentan una disminución importante en su capacidad de memoria y les cuesta enormemente imaginar el futuro. Por otra parte, la investigación de neuroimagen muestra que el hipocampo está implicado en ambas tareas. Dicha evidencia sugiere que tanto el recuerdo del pasado como la imaginación del futuro, pueden depender de procesos neuronales compartidos.
Incluso un estudio reciente realizado en la Universidad Briham (Utah, EE.UU.) confirma que la imaginación y la memoria activan regiones similares en el hipocampo, además, se pudo observar la manera en cómo estas dos funciones mentales distintas comparten algunos procesos neurales.


La investigación

Un grupo de 16 estudiantes fueron invitados a participar de este estudio. A cada uno de los participantes se les presentó un conjunto de fotografías de ellos mismos obtenidas de sus redes sociales. Posteriormente también se les mostró otras fotografías que se habían obtenido mediante Photoshop, dichas imágenes habían sido trucadas para mostrar a cada individuo en una situación novedosa para él (dichas situaciones novedosas se sabían gracias a una encuesta biográfica completada antes). Por ejemplo, alguien que nunca había ido a esquiar, se veía a si mismo en una fotografía en medio de una pista de esquí.

Después de cada imagen, los estudiantes tenían que recordar (en el caso de las fotos personales) lo que acababan de ver, o imaginar una hipotética situación en las fotografías trucadas tan vívidamente como le fuera posible, durante al menos 10 segundos. En todo momento los participantes estaban siendo evaluados con un escáner cerebral.

Los autores del estudio pudieron observar que las dos tareas activan diferentes áreas del cerebro: una serie de áreas frontales para la función de imaginar y áreas de la corteza cingulada para recordar. Pero ambas también activan el hipocampo.
A continuación, los investigadores utilizaron un "clasificador de análisis de precisión" que, esencialmente, es un complejo sistema informático conectado al escáner cerebral que, a través de los vóxels del hipocampo, identifica patrones de actividad temporales que están en actividad en ese preciso momento. Es decir, determina si una persona está recordando o imaginando.

Lo que hallaron aquí los investigadores fueron algunas diferencias, pero también algunas similitudes, en la forma en que trabajan los recursos neuronales del hipocampo al momento de recordar e imaginar. Esto nos plantea la pregunta ¿qué papel juega realmente el hipocampo cuando imaginamos el futuro?
Los investigadores creen que el hipocampo se sirve de las materias primas disponibles, o sea los recuerdos, para recombinarlos y crear la función imaginativa. Parece ser que el hipocampo es crucial para la creación (o recreación) de la realidad más allá de nuestras entradas sensoriales. Es decir, es un componente clave en el desplazamiento del tiempo mental.


Referencia: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24967816



El cerebro asocia el centro con un mejor rendimiento


Una investigación sugiere que los seres humanos tendemos a sobrestimar el rendimiento de las personas ubicadas en el centro.


programa tv

Si va a una entrevista de trabajo grupal, o si desea causar una mejor impresión en clase, trate de sentarse los más al centro posible.

Hace unos años, un grupo de profesores de la Escuela de Negocios de la Universidad de Nueva York analizaron 20 episodios de un programa que se llamaba "The Weakest Link" (el eslabón más débil, aunque la versión en algunos países de habla hispana se conoció como "el rival más débil" o "el invencible").
Dicho programa consistía en ocho concursantes en un semicírculo, cada uno debía responder el mayor número de preguntas posibles. Al final de cada ronda, un participante debía ser eliminado por votación de los otros en base a su baja calidad en las repuestas.
Los autores del estudio encontraron que los concursantes que ocupaban las dos posiciones centrales llegaron a la ronda final en el 45,5% de las veces y ganaron el concurso el 42% de las ocasiones. Mientras que los participantes que estaban en las puntas llegaron a la ronda final el 17% de las veces y sólo ganaron en el 10% de las ocasiones.

En una segunda parte del estudio, se les solicitó a un grupo de 22 estudiantes que miraran un episodio del mismo programa y que evaluaran las respuestas de los concursantes. Este análisis mostró como los jóvenes tendían a sobrestimar la actuación de los participantes centrales y subestimar la de los concursantes periféricos. Algo que observaron los autores del estudio fue como los estudiantes eran más propensos a pasar por alto los errores de los participantes del centro.


Esto último es consistente con la teoría que dice que las personas prestamos menos atención a los individuos que están ubicados al centro, asumiendo que su rendimiento será superior debido al lugar que se encuentran.

En el último experimento, se mostró a una clase de estudiantes próximos a recibirse de directores de marketing, distintas fotos con grupos de cinco personas, en realidad eran las mismas personas ubicadas en diferentes posiciones. Los jóvenes debían decidir, con sólo ver la foto, cual de esas personas sería la ideal para cerrar un negocio. El 51% de los estudiantes eligió a la persona del centro, y sólo el 19% a los individuos que estaban en los extremos.

Según los autores, el cerebro humano tiene una señal de desviación en juicios objetivos: la posición central. Estos resultados tienen importantes implicaciones para las entrevistas de selección y tareas de evaluación de desempeño, tales como calificaciones, audiciones o cualquier evaluación de personas que compitan en grupo.


Referencia:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0749597805000841