Adaptarse a los cambios con éxito, una de cada tres personas lo logran


¿Por qué cuando nos enfrentamos a un cambio estresante algunas personas logran adaptarse mejor que otras? A mediados de la década del 70, un psicólogo llamado Salvatore Maddi se hizo esta pregunta y el resultado fue uno de los experimentos más fascinantes sobre adaptabilidad humana.


adaptacion

En 1974, Maddi hizo un descubrimiento que le llamó la atención, y no fue por uno de sus estudios, sino algo que leyó en una revista de investigación científica. En dicha publicación, un artículo explicaba la importancia de evitar situaciones estresantes, ya que el estrés es una causa importante de muerte. Y una de las soluciones que proponía el autor del artículo para escapar del estrés era evitando los cambios.

En ese mismo momento, Maddi se encontraba realizando un estudio sobre personas creativas y uno de los resultados revelaba que los destellos de originalidad y perspicacia eran más probables que provengan de personas que disfrutan de experiencias estimulantes y ambientes fluctuantes. Maddi pensó que si relacionaba su estudio con el de la revista, el resultado sería que las personas creativas están tratando de suicidarse, y eso no tenía sentido.

Unos años antes, Maddi se había hecho amigo de Carl Horn un gerente general de la empresa Bell de telecomunicaciones (hoy AT&T). Es a través de Horn que Maddi se entera que la sucursal de Bell de Chicago sufriría, en poco tiempo, una fuerte reestructura, en la cual muchas personas serían despedidas. Es allí cuando Maddi le solicita a Horn hacer una investigación de largo plazo sobre las consecuencias en las personas de tal alteración en sus vidas.

Durante los siguientes 12 años, Maddi y su equipo de la Universidad de Chicago utilizaron a la sucursal de Bell como un laboratorio. Se hizo un seguimiento a cientos de personas, desde notas, preguntas, mediciones de presión arterial, etc.


Al sexto año de comenzada la investigación, aproximadamente la mitad de las personas que estaban siendo estudiadas habían sido despedidas. Maddi y su equipo continuaron examinando a ambos grupos, trabajadores y ex trabajadores, por los próximos seis años.

1 de cada 3 personas se adaptan a los cambios con éxito

La mayoría de las personas, ya sea aquellas que mantuvieron sus puestos de trabajo o las que lo perdieron, sufrieron los efectos de la reestructura de la empresa. Hubo divorcios, accidentes cerebrovasculares, suicidios, cáncer, fallas renales, ataques al corazón, alcoholismo, adicción a las drogas y al juego compulsivo. Las oficinas de Bell se habían convertido en una zona de desastre.

Sin embargo, un tercio de las personas de ambos grupos, no sólo no tuvieron altos índices de enfermedades o adicciones, sino que prosperaron. Los que permanecieron en la empresa se convirtieron en líderes de alto rango de la organización y los que fueron despedidos lograron triunfar en otras empresas.

Lo más sorprendente fue que, en los papeles, estas personas se veían como todo el mundo. Es decir, no se adaptaron mejor al cambio porque tenían vidas más felices en sus casas, ni porque experimentaron un menor número de experiencias estresantes, ni eran más inteligentes, ni poseían mejores títulos universitarios. Lo que separaba a esta gente del resto era sorprendentemente simple: mientras todos los demás trataban de recuperarse, ellos dieron un paso hacia adelante. Lo que Maddi llamó "valor existencial".


Cuando un cambio negativo se cierne sobre nosotros, el cerebro humano está adaptado para preguntarse ¿Qué significa esto? Y nuestra mente lanza una búsqueda de respuestas a gran escala para resolver nuestra confusión. Pero no todos miramos en la misma dirección.

Roxane Cohen, investigadora de la Universidad de California, descubrió que dos de cada tres viudas en duelo, padres en duelo, víctimas de abuso infantil o de desastres naturales, instintivamente van a buscar el significado en el pasado, tratando de encontrar una explicación para su sufrimiento. Durante décadas, los psicólogos asumieron que se trataba de una reacción universal en el proceso de un cambio traumático, y que, por tanto, el camino hacia la recuperación requiere de la búsqueda de una explicación.


Pero estaban equivocados

Los nuevos estudios han encontrado que una de cada tres víctimas no busca una razón que explique por qué ha experimentado una desgracia. Y es, justamente, esta tercera parte quienes semanas, meses o años después se han adaptado mejor.

Cuando los empleados o desempleados de Bell miraron a su alrededor y vieron un espeso manto de dudas en todas direcciones, hicieron lo que la mayoría de nosotros haría instintivamente si nos perdemos: volver sobre nuestros pasos y buscar obsesivamente una razón por la cual nos ha ocurrido esto. Cuando los investigadores preguntaban a las personas acerca de sus planes de futuro, respondían con gestos ansiosos y miradas furtivas. Cuando finalmente mascullaban una respuesta, su imagen de futuro parecía extrañamente similar al pasado. Es decir, querían rebotar hacia un lugar que ya no existía.

En cambio, aquellas personas que lograron adaptarse tuvieron una reacción diferente, en lugar de tratar de dar sentido a lo que habían hecho para merecer tal experiencia, trataron de darle sentido a lo que podían hacer ahora que había ocurrido. Esta podría ser la mejor lección, y quizás la única, sobre la adaptación. En lugar de preguntarnos por qué nos suceden cosas malas, preguntarnos que cosas positivas podemos hacer a partir de un hecho negativo.


Referencia:
http://jhp.sagepub.com/content/44/3/279.abstract



La influencia del sistema inmune sobre el comportamiento social


Hasta no hace muchos años se creía que el cerebro funcionaba aislado del sistema inmune, que estaba en una especie de burbuja protectora separado de infecciones y bacterias. Pero como sucede a menudo, la realidad ha demostrado ser mucho más compleja. Y cada vez más se están descubriendo conexiones entre los sistemas nervioso e inmunológico, que son un desafío a dicho concepto.


fiebre

Uno de los aspectos más importantes de las defensas del cuerpo contra la infección es la fiebre, que es bien sabido que afecta nuestro estado de ánimo y comportamiento, factores que están directamente vinculados con el cerebro.

Cuando estamos pasando por un proceso febril, nos sentimos diferentes, se pierde el apetito e incluso el entusiasmo por algunas cosas que normalmente disfrutamos. Esto no es casual, y no es debido a la elevada temperatura corporal en sí. Por ejemplo, el ejercicio físico extenuante en un día caluroso puede elevar la temperatura del cuerpo, incluso más que la fiebre, sin embargo no causa letargo.

No es frecuente pensar de esta manera, pero algunos síntomas asociados con la fiebre son psicológicos. Es menos probable querer salir de casa o socializar, sólo deseamos descansar. El valor evolutivo de este comportamiento parece obvio: conservar energía valiosa para la pelea inmunológica.

También hay un aspecto social a esta forma de actuar, ya que si la infección es contagiosa, esto podría ayudar a reducir su propagación a otros miembros del entorno. O sea, los síntomas psicológicos probablemente hayan salvado millones de vidas.

Dicho esto, hace poco nos enteramos que investigadores de la Universidad de Virginia han descubierto como una proteína, la interferón gamma, afecta directa y profundamente el comportamiento social en ratones.


La interferón gamma (IFN-y) es una de las más conocidas moléculas del sistema inmune. Es una potente proteína antiviral que puede tener efectos pronunciados en casi todas las células del cuerpo. Es liberada por los glóbulos blancos cada vez que se detecta una infección.

Lo que los investigadores encontraron fue que la interacción de esta molécula en áreas específicas del cerebro hicieron a los ratones mucho menos sociables. Es importante destacar que la reducción de la sociabilidad fue producto de un efecto directo y no consecuencia de, por ejemplo, el aumento de la ansiedad. La interferón gamma parece operar específicamente en el deseo de pasar menos tiempo con los demás.
Incluso los científicos inyectaron IFN-y en ratones sanos en áreas específicas del cerebro, dichos ratones mostraron un comportamiento social muy disminuido, esta vez sin infección alguna.
En este sentido, no sería descabellado pensar que los virólogos pronto descubrirán formas de desactivar la acción de la interferón gamma, con el fin de aumentar las interacciones sociales de los roedores, lo que facilitaría el contagio.

Pero además de su papel durante una infección, la IFN-y también parece tener una línea base desigual en cada uno de nosotros. Es por esto que se cree que los diferentes niveles de actividad de IFN-y pueden explicar por qué algunas personas son propensas a respuestas alérgicas e inmunes más extremas, y predecir quien sobrevive a un episodio de sepsis y quien no. Incluso se sospecha que la interferón gamma puede tener que ver con situaciones de mala salud en general, pero de esto último todavía no se ha descubierto una base científica sólida.


Con el conocimiento de que el IFN-y tiene un efecto directo sobre el comportamiento social, viene la implicación de que también pueda tener un rol en la personalidad del individuo, seguramente investigaciones futuras nos darán la respuesta.

La imagen que surge de una relación entre el sistema inmune y el comportamiento social es bastante convincente para lo que ha sido nuestra historia evolutiva. Por cierto, la próxima vez que un estado febril se apodere de usted, tenga en cuenta lo que la IFN-y está haciendo en su cerebro, y sobre todo, lo que está haciendo por sus seres queridos, al mantener su cuerpo enfermo lejos de ellos.


Referencia:
http://www.nature.com/nature/journal/v535/n7612/full/nature18626.html



Los perros distinguen las expresiones emocionales del resto del lenguaje humano


perro

En los seres humanos, las dos mitades de nuestro cerebro tienen características particulares, mientras que el hemisferio izquierdo contiene las áreas diseñadas para procesar el lenguaje, el hemisferio izquierdo posee regiones que son más sensibles a las emociones.
En cuanto a los perros, la teoría ha sido que, dado que su cerebro no tiene una estructura similar a la nuestra, no poseen ningún tipo de comprensión compleja del lenguaje humano, por tanto, es poco probable que puedan discernir el significado de las expresiones emocionales del resto del lenguaje.

Sin embargo, una investigación realizada en el Departamento de Psicología de la Universidad de Sussex (Reino Unido) proporciona alguna evidencia que puede desafiar esta creencia.


La investigación

Para analizar que ocurre en el cerebro canino cuando se les habla, los investigadores se valieron de 250 perros de compañía y sus respectivos dueños. Los canes eran de muchas razas diferentes, y en cada caso fueron colocados en una habitación con altavoces a cada lado de sus cabezas.

Básicamente, el sonido que recibe un oído se transmite principalmente al hemisferio cerebral opuesto. Un hemisferio está más especializado en el procesamiento de cierta información sonora luego de que dicha información es percibida como procedente del oído del lado opuesto.

Esto sugiere que si un perro vuelve la cabeza hacia la derecha mientras está escuchando un sonido, entonces se puede concluir que su hemisferio izquierdo jugó un papel importante en el procesamiento de dicho sonido. Mientras que si gira su cabeza a la izquierda, sugerirá que el hemisferio derecho del cerebro está más involucrado en el análisis del sonido.

Pero la parte realmente interesante de esta investigación tiene que ver con los sonidos que los perros debían escuchar durante las pruebas. Lo que se utilizó en cada caso fue la expresión de su dueño que generalmente utiliza para atraer al animal hacia él (por ejemplo, ¡ven! o ¡vamos!). Pero hubo un paso previo: estas palabras o frases fueron grabadas antes de las pruebas y modificadas digitalmente.
Las modificaciones a las expresiones de los dueños fueron dos. En una, la voz se había retocado de tal manera que estaba despojada de toda emoción, sin embargo las palabras todavía podían entenderse. En cambio, en la otra grabación, las palabras estaban confusas de modo que no podían entenderse, sin embargo, la entonación y el contenido emocional de la expresión permanecía intacto.

En los resultados, los investigadores encontraron que los perros volvieron mayoritariamente la cabeza hacia la derecha cuando escucharon las expresiones sin ningún contenido emocional, lo que sugiere que el hemisferio izquierdo estaba haciendo el procesamiento de dicho sonido.
Por el contrario, los perros giraron la cabeza hacia la izquierda cuando escucharon la voz sin sentido pero que poseía el contenido emocional, lo que indica que era el hemisferio derecho el que estaba interviniendo.

Por supuesto que también hubo algunas condiciones de control, tales como sonidos de golpes de objetos, sin embargo, en este caso, los perros no mostraron ningún sesgo en cuanto a girar la cabeza hacia un lado preferentemente.

Esto quiere decir que, aunque no se puede afirmar de que manera los perros entienden la información verbal humana, si se puede decir que las distintas expresiones parecen ser procesadas en áreas diferentes del cerebro del perro. Otro dato particularmente interesante es que estos resultados sugieren que el procesamiento de la voz humana en el cerebro canino se divide entre los dos hemisferios de una manera que, en realidad, es muy similar a la forma en que lo hace el cerebro humano.

Por lo tanto, el argumento de que los perros no son capaces de interpretar la información del lenguaje complejo porque sus cerebros no poseen áreas especializadas para tal procesamiento, ya no sería sostenible. Una vez más, la investigación parece sugerir que los cerebros de ciertos animales son menos diferentes al de los seres humanos de lo que se creía anteriormente.


Referencia:
http://www.cell.com/current-biology/abstract/S0960-9822(14)01339-6



Breve ensayo sobre la castración


farinelli

Dentro del enorme catálogo de crueldad que los seres humanos han infligido a otros, sin dudas que la castración ocupa un lugar especial, entre otras cosas, porque la persona queda sin la posibilidad de dejar descendencia. Pero además de la inevitable infertilidad, la castración reduce la producción de la hormona masculina por excelencia: la testosterona.

La castración se ha empleado a lo largo de la historia por diversos motivos: como una forma de esclavizar al enemigo ya que lo hacía más dócil, para castigar a criminales o para reducir los impulsos de delincuentes sexuales. En la práctica médica actual, la orquiectomía se emplea para tratar el cáncer testicular, y por lo general, se limita a la extirpación de un solo testículo. O se pueden eliminar ambos, para contrarrestar un cáncer de próstata mediante la reducción de los niveles de testosterona. También después de una lesión física importante.

La palabra castración se remonta a la época medieval en donde los castores eran cazados para extraerles una especie de glándula semejante a los testículos (en realidad no lo era ya que tanto machos como hembras la tienen). De dicha glándula se extraía una sustancia llamada castoreum a la cual se le atribuían propiedades curativas.

Las primeras castraciones humanas de las que se tenga conocimiento se produjeron en la ciudad sumeria de Lagash, y datan de unos 4 mil años. En China, el eunuco estaba fuertemente arraigado en la cultura imperial, esto persistió a través de dos docenas de dinastías, hasta 1911 cuando fue depuesto el último emperador. Las castraciones no sólo se realizaban como castigo sino también como un requisito previo para ingresar en el servicio imperial. Hacia el final de la dinastía Ming (1368-1644) había unos 70 mil eunucos al servicio del emperador. El último eunuco conocido de la corte imperial china se llamaba Sun Yaoting, murió en 1996, pocos días antes de cumplir 94 años.


Efectos de la castración

La castración después de la pubertad, lo que convierte a los hombres en eunucos, disminuye o elimina por completo el deseo sexual. Algunas características físicas de los eunucos son: menor masa muscular, escasa fuerza física, la reducción del pelo en el cuerpo (por lo general no tenían barba) y el crecimiento de mamas.
Históricamente, el eunuco era utilizado en Oriente por alguien importante como protector de su harem, aunque también eran destinados a cargos políticos, incluso militares, ya que eran menos proclives a generar disturbios.

En un contexto completamente diferente, la castración también se ha llevado a cabo en niños y jóvenes antes de la pubertad para impedir el crecimiento de su laringe, y por tanto, de las cuerdas vocales. Lo que le hacía mantener una voz de niño pero en un cuerpo de hombre, es decir, con una capacidad pulmonar y torácica propia de un adulto. En estos casos, la edad habitual de la ablación era entre los 7 y 9 años. Estos individuos conservaban un registro voz para el canto inusualmente amplio. Los castrati recibían una completa instrucción musical durante diez años. Posteriormente, eran adoptados por alguien de la iglesia o la aristocracia para desarrollar su carrera artística.


Los castrati en la Capilla Sixtina

Con Italia como epicentro, el entusiasmo por las actuaciones musicales de los castrati prevaleció durante más de trescientos años, desde mediados del siglo XVI hasta principios del siglo XX. Destacados compositores como Mozart o Handel escribieron específicamente para los castrati varias óperas. La iglesia católica desempeñó un papel decisivo en todo esto, de hecho, en 1558 se incorporaron castrati al coro de la Capilla Sixtina. Más aún cuando a mediados del siglo XVI el Vaticano prohibiera a mujeres formar parte de dicho coro.
Recién en 1878, y en vista de una creciente oposición, el Papa León XIII prohibió la castración por parte de la iglesia católica. Posteriormente, el Papa Pío X fue quien oficializó el fin de esta práctica en 1903.


El último "castrati" empleado por el Vaticano, Alessandro Moreschi el "Ángel de Roma" cantó en el coro de la Capilla Sixtina de 1883 a 1903. Murió en 1922 a la edad de 63 años.

Los castrati y la salud

Hasta hace poco, no se conocían muchos datos sobre los efectos de la castración en la salud del individuo. Sin embargo, algunos estudios recientes han dado cuenta de resultados sobre dos esqueletos de eunucos de la dinastía Ming. Los científicos concluyeron que estos individuos habían sido castrados antes de la pubertad y que algunas fusiones de huesos que normalmente se producen al inicio de la edad adulta, se habían producido más tarde.
En 2011, antropólogos de la Universidad de Bolonia dieron a conocer un informe sobre la exhumación de los restos del cantante italiano Carlo Broschi (1705-1782), quien alcanzó una fama legendaria bajo el nombre artístico de Farinelli. Dicho estudio determinó una fusión ósea incompleta en huesos de las extremidades, baja densidad ósea (osteoporosis). También se halló una 'hiperostosis frontal interna' (un engrosamiento óseo desmesurado de la tabla interna del hueso frontal), algo bastante común en mujeres posmenopáusicas, pero raro en hombres.


¿Vivían más los hombres castrados?

Ya en 1849 Arnold Berthold, profesor de medicina de la Universidad de Gottingen (Alemania) había realizado experimentos en animales castrados, con el resultado de que éstos vivían más que los animales no castrados. Incluso en aquella época y antes, también existía este mito sobre los seres humanos. Una explicación a esto era que el cuerpo de los hombres castrados tiende a feminizarse, y de hecho, las mujeres viven más que los hombres.

Sin embargo, un estudio realizado en 1993 por Eberhard Nieschlag, investigador de la Univerisdad de Munster (Alemania), no encontró una concluyente diferencia entre 50 cantantes de ópera "castrati" nacidos entre 1851 y 1858, y la misma cantidad de cantantes no castrados nacidos entre los mismos años El promedio de vida de los castrati fue de 65,5 años y la de los no castrados de 64,3, una diferencia para nada significativa.


Referencias:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3222842/
https://www.jstage.jst.go.jp/article/ase/118/2/118_090430/_html



Poliandria: varios hombres para una mujer


La poligamia, que es cuando se permite a una persona estar en pareja o casada con varios individuos a la vez, tiene en realidad dos variantes: la poliginia (un varón con múltiples mujeres) y la poliandria (una mujer con múltiples varones).


poliandria

Cuando surgieron las pruebas de ADN, los biólogos se sorprendieron al encontrar una cantidad importante de casos en los cuales quien decía ser el padre, no era necesariamente el padre biológico. El mismo patrón también se pudo observar en algunas especies animales aparentemente monógamas.
Esto deja más en claro las andanzas sexuales de las hembras, que en la especie humana ha sido especialmente velada. Dicha apreciación puede parecer obvia: que las mujeres (al igual que los hombres) son propensas a tener múltiples parejas sexuales. Sin embargo, a lo largo de la historia la fidelidad femenina fue, en general, la contracara del predecible adulterio masculino.

La competencia sexual masculina por hembras (poliginia) es y ha sido manifiesta y evidente a lo largo de la evolución de la especie, y lleva consigo un grado de intolerancia que también se aplica a la poliandria, cuando mujeres “infieles” son severamente castigadas si son descubiertas. Esta intolerancia es fácil de entender, ya que el éxito evolutivo de un macho está fuertemente amenazado por cualquier desliz de su pareja. Como resultado, la selección natural no sólo ha favorecido una tendencia masculina a acumular la mayor cantidad posible de hembras, sino también a un alto grado de celos por parte de ambos sexos y de los hombres en particular. Esto, a su vez, ha llevado a la poliandria a un grado de secretismo que no es característico de la poliginia.

Pero de hecho, puede haber una recompensa para la hembra que se abstenga de la exclusividad sexual, ya que pueden mejorar su aptitud de apareamiento con machos adicionales. Sin embargo, como hemos descrito, también hay costos sustanciales al entrar en conflicto con los celos masculinos.
Asimismo, los hombres han tenido dificultades para comprender la sexualidad femenina como lo que realmente es y sistemáticamente la han subestimado. Esto ha llevado a que las mujeres a menudo hayan sido descritas como voraces e insaciables o como carentes de deseo por completo, sin términos medios. Como dijo el antropólogo Donald Symons:"la mujer insaciable se encuentra principalmente en la ideología del feminismo, en las esperanzas de los jóvenes y en los temores de los maridos".

Vale la pena mencionar que algunos antropólogos han comenzado a reevaluar la poliandria. A la "poliandria clásica" que se puede observar en poblaciones del Himalaya, las Islas Marquesas y en tribus del Amazonas, se le suma la "poliandria informal" concediendo la evidencia de que la poliandria humana es más especulativa que sistemática. Veamos algunos razonamientos para tal argumento:

1.) A diferencia del resto de los mamíferos, los humanos nos caracterizamos por el hecho de que las hembras ocultan su ovulación. En la mayoría de las especies, la ovulación está a la vista, pero no en la nuestra. De hecho, y a pesar de que la reproducción es un proceso biológico fundamental, es muy difícil determinar cuando una mujer está ovulando. Existe una considerable controversia acerca de por qué la ovulación femenina se mantiene tan en secreto, pero una posibilidad es que facilita la capacidad de la mujer para engañar a su pareja en cuanto a su ciclo de fertilidad. Si la evolución de la especie hubiese diseñado alguna señal para que el hombre supiera con exactitud el momento de mayor fertilidad, ellos podrían aparear en ese lapso y luego ignorarlas, siguiendo con otros menesteres, posiblemente otras mujeres. En cambio, al ocultar la evolución, nuestros ancestros femeninos lograron dos cosas: que sus parejas estuvieran pendientes de ellas más tiempo y que no supieran con exactitud si la descendencia llevaba sus genes.

2.) Las mujeres también son excepcionales entre los mamíferos ya que carecen de un ciclo de excitación inusual. Como resultado, ellas son capaces de ejercer un alto grado de control sobre su elección de pareja, a diferencia de muchas hembras de otras especies que son esclavas de sus hormonas. En ausencia de tal elección, la poliandria sería indistinguible de la promiscuidad, conducta que lleva consigo una carga claramente negativa.
Los humanos en general, y las mujeres en particular, tienen un especial interés en hacer una buena elección de pareja, sobre todo para el largo plazo, ya que su éxito biológico depende de muchos factores, en particular, de la atención y los buenos genes del padre.

3.) Distintos estudios científicos han demostrado que durante su fase ovulatoria, las mujeres se sienten más atraídas por hombres cuyos rasgos corporales y faciales reflejan alta testosterona y buena salud básica, es decir, buenos genes. Mientras que en la fase menos fértil están más influenciadas por la bondad, el sentido del humor y la responsabilidad de la potencial pareja. En otras palabras, las mujeres siguen una estrategia reproductiva en dos partes, consistente con la historia evolutiva de la poliandria.
Para algunas mujeres, sobre todo aquellas afortunadas en conseguir una pareja que proporcione tanto buenos genes como buenas expectativas de crianza para sus hijos, los riesgos de la poliandria (ira, violencia, abandono) son mayores que los posibles beneficios. Pero para los otros casos, muy posiblemente la mayoría, lo contrario puede ser cierto.

4.) El significado adaptativo (ganancia evolutiva) del orgasmo femenino ha sido largamente debatido. Una de las posibles explicaciones es que el orgasmo permite a las mujeres evaluar la idoneidad de una pareja a corto plazo, pero con una perspectiva de largo plazo. Otra teoría sugiere que el clímax femenino no sólo es gratificante para la mujer, sino que también es tranquilizador para su pareja, proporcionándole la confianza de que ella le será sexualmente fiel, cuando en realidad, le da motivos a la mujer de ser exactamente lo contrario.

5.) Teniendo en cuenta que la poliandria en animales está correlacionada con el dimorfismo sexual ¿por qué esto no ha ocurrido en la especie humana como si ha ocurrido también con la poliginia masculina? Por ejemplo, la poliginia ha dado lugar a que los hombres sean más agresivos y más grandes que las mujeres. Sin embargo, la poliandria no muestra rasgos visibles. Algunos científicos especulan que esto es debido a que la recompensa reproductiva de la poliginia (incluyendo la competencia entre machos) es mayor que en la poliandria. Dicho factor es decisivo en el sentido de que la poliginia haya sido el hilo conductor sexual más prominente de la evolución. Sin embargo, esto no quiere decir que la poliginia sea más real que la poliandria, sino que sus efectos son más fácilmente identificables.



La publicidad provocativa mejora el rendimiento de la conducción

Existe una leyenda urbana en Estados Unidos que dice que el anuncio de Wonderbra de 1994 con Eva Herzigova en ropa interior, hizo aumentar los accidentes en las carreteras del país.


wonderbra

Sin embargo, una investigación de la Universidad de Alberta (Canadá) sugiere que este tipo de publicidad, en realidad, mejora el rendimiento de la conducción. Veamos por qué.

Dicho estudio evaluó la falta de atención de los conductores sobre las tasas de accidentes en carreteras utilizando un simulador de conducción. La investigación estaba orientada en descubrir los efectos que los anuncios publicitarios podrían estar teniendo sobre los conductores.

Un grupo de alumnos (todos del sexo masculino) que se ofrecieron como voluntarios debieron conducir una unidad simulada de manejo a lo largo de una carretera con una sucesión de vallas publicitarias. El objetivo era examinar el nivel de distracción del conductor asociado a cuatro tipos de publicidad:

a) anuncios provocativos
b) anuncios con palabras negativas, por ejemplo "idiota"
c) anuncios con palabras positivas, por ejemplo "vacaciones"
d) anuncios neutros

A medida que los voluntarios conducían en el simulador, un ordenador medía y registraba que tan seguro estaba manejando. Algunas de las variables evaluadas eran el mantenimiento de carril, la velocidad, la atención que prestaba a las señales de tráfico, etc.

Curiosamente, los anuncios provocativos no empeoraron el rendimiento de conducción en ninguna de las variables utilizadas. De hecho, algunas sorprendentemente mejoraron, como la posición del carril. No sólo eso, además, en una prueba de memoria posterior a la conducción, los estudiantes podían recordar mejor la publicidad provocativa en comparación con las otras categorías.
Con respecto a los otros tipos de publicidad, el cambio más significativo se producía con los anuncios de palabras positivas, en este caso, había un aumento promedio de la velocidad en alrededor de 2 Km por hora.

Los investigadores sugieren que un estímulo excitante puede desencadenar una respuesta conocida como visión de túnel también conocida como efecto túnel cognitivo. Esto es un estrechamiento del foco de atención a sólo una parte del entorno visual. Paradójicamente, esto podría beneficiar a la conducción, si dicha atención se vuelve al camino que queda por delante.


Un incentivo gratificante puede mejorar el foco de atención durante una tarea compleja, como la conducción. Es decir, en una situación estimulante, la atención se estrecha posteriormente de forma selectiva en la carretera, lo que resulta en un mejor control del manejo.

Sin embargo, cualquier beneficio de la construcción de túneles cognitivos depende de que los conductores regresen rápidamente su atención de nuevo al camino, después de haber sido sorprendidos por una publicidad provocativa.
Como carencia del estudio debemos indicar que el mismo fue realizado solamente con personas del sexo masculino, sería interesante saber si en las mujeres ocurre el mismo efecto.


Referencia:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27136396



¿Cuándo comienzan los niños a detectar las contradicciones?


Una madre está comiendo un trozo de chocolate y su hija de unos cuatro años le pide, a lo que ella le responde "tú no puedes comer chocolate porque no es bueno para ti". ¿Entienden realmente los niños esta lógica contradictoria? Es decir, tú no puedes comer chocolate pero yo si.
Según Jean Piaget, pionero de la psicología infantil, los niños comienzan a asimilar las contradicciones a partir de los 7 años. Ya que en varios experimentos que realizó, los niños menores de esa edad todavía eran capaces de describir las cosas de forma inverosímil. Por ejemplo, "una vela se derrite porque es redonda".


contradicciones niña

Si bien las investigaciones recientes apoyan, en gran medida, los estudios de Piaget. Un nuevo experimento realizado por la Universidad de Colorado, ha demostrado que el reconocimiento de la inconsistencia lógica de los niños comienza antes, entre los cuatro y cinco años de edad, siempre y cuando estas contradicciones sean expuestas en un contexto coloquial.


La investigación

Un primer experimento con 74 niños de tres a cinco años, se les hizo ver una serie de clips de vídeo en la cual una persona decía frases contradictorias, por ejemplo, "hoy he comprado el balón más grande que he visto que era el más pequeño con el que he jugado jamás". Mientras que en otros clips otra persona decía frases lógicas "hoy me regalaron la pelota más grande y colorida que he visto jamás". Posteriormente se solicitó a los niños que dijeran cuál de las personas hablaba de forma ilógica.

Prácticamente todos los niños de cinco años identificaron correctamente a la persona que estaba hablando en forma contradictoria. También muchos de cuatro años lo hicieron, pero ninguno de los niños de tres años lo hizo. Esto también incluía la forma en que los niños percibían la fiabilidad de las personas de los vídeos.

Pero a partir de aquí surge algo interesante, en un experimento posterior, con los niños de cuatro y cinco años que se habían percatado de las contradicciones en el primer estudio, éstos fueron incapaces de detectar inconsistencias lógicas cuando la persona leía un libro. Es decir, en lugar de sólo hablar, la persona del vídeo aparecía leyendo un libro. Por ejemplo, dicho individuo leyó que "había visto una pelota que era la más grande y a su vez más pequeña que jamás haya visto".

Debido a que estos niños podían detectar expresiones lógicamente inconsistentes en una conversación, pero no cuando se les atribuyen a un libro, esto sugiere que hay algo más interesante o motivador al escuchar una conversación, lo que les lleva a mejorar su rendimiento. Dicho de otra manera, el contexto coloquial puede servir para dar lugar a una postura cognitivamente vigilante, y como resultado, los niños pueden evaluar los argumentos con más cuidado.
Un motivo alternativo es que, simplemente, los niños tengan una confianza extra en los libros (esto lleva a emparejar los resultados con los de Piaget).

Otro dato interesante que se desprende de esta investigación, es que los niños que completaron satisfactoriamente unas pruebas previas de memoria (por ejemplo, tenían que recordar cadenas de números) fueron quienes obtuvieron las calificaciones más altas en la detección de inconsistencias lógicas.

Para terminar, cabe aclarar que los datos del estudio están basados en promedios de rendimiento, es decir, no todos los niños de cinco años fueron capaces de detectar las contradicciones, incluso, en algunos casos, había un amplio margen para mejorar el rendimiento.
Por tanto, si tienes un hijo menor de cinco años y debes explicarle algo que puede resultar contradictorio para el niño, como que el chocolate es bueno para usted pero no para él, una buena estrategia sería tomar un libro y decirle que lo estás leyendo allí.


Referencia:
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/cdev.12563/abstract



Madres y padres: el sexo durante y después del embarazo


Desde la prueba de embarazo positivo hasta el destete del bebé, por lo general, lleva alrededor de dos años y a veces más tiempo. Este período supone grandes cambios en la relación entre los padres, algunos buenos y otros que implican un desafío.


bebé padres

Muchas veces, las parejas no entienden los sutiles matices de la transición sexual que significa tener y criar hijos, es decir, convertirse en una familia. Veamos algunas cuestiones importantes referentes al sexo sobre este período.


Lo que la sabiduría convencional dice

La sabiduría convencional dice que la libido de las mujeres baja notablemente durante el primer trimestre de embarazo, con un rebote en el segundo, para caer nuevamente en el tercero. Este patrón de caída, subida y caída tiene cierto sentido. La libido cae inicialmente debido al enorme cambio físico y emocional de la mujer. Además, las molestias físicas en esta etapa, en particular las náuseas, crean un ambiente de indiferencia hacia el sexo.
Durante el segundo trimestre, por lo general, la libido rebota y sube (no siempre). Además, las mujeres comienzan a irradiar la luz del embarazo. La libido vuelve a caer durante el tercer trimestre debido a la fatiga y la incomodidad corporal.

Pero lo cierto es que la sabiduría convencional oculta una verdad mayor: los sentimientos de las mujeres embarazadas hacia el sexo varían constantemente.
Una encuesta realizada a casi 800 mujeres sobre su sexualidad durante y después del embarazo por Anne Semans, una investigadora de la Universidad de Satanford, informa de una enorme gama de experiencias diversas. Desde un despertar erótico maravilloso hasta otras que reconocieron que su libido se apagó durante los 9 meses.

¿Qué ocurre con los hombres? Ellos también experimentan cambios dramáticos en la libido durante el embarazo de sus parejas. La mayoría espera sentirse excitado debido a los cuerpos cambiantes de sus esposas. En realidad, muchos se sienten sorprendentemente apagados. Diversos estudios realizados a parejas de mujeres embarazadas han visto como muchos hombres pierden completamente el interés en el sexo, especialmente durante el tercer trimestre.


¿Orgasmos más placenteros?

Puede ocurrir que durante el embarazo las mujeres tengan orgasmos más fácilmente, esto es debido al aumento del flujo sanguíneo genital. Muchas han reportado que durante el embarazo han tenido los orgasmos más intensos de sus vidas, incluso mujeres que nunca habían tenido uno, durante el embarazo si lo tuvieron. En la investigación de Semans muchas mujeres dijeron que sus genitales se volvieron demasiado sensibles.


¿Es seguro para el bebé?

Una de las razones por la cual muchas parejas suspenden sus relaciones durante el embarazo, es por el temor a dañar el feto. Esto no es así. Incluso de una forma muy intensa, el sexo no daña al bebé. Por el contrario, puede ayudar a la pareja, especialmente a la mujer, ya que actúa como reductor del estrés.
Otra creencia extendida es que se deben evitar las relaciones durante el embarazo por el temor a que las contracciones musculares del orgasmo podrían desencadenar un parto prematuro. Pero esto no es probable. Es más, los orgasmos en el tercer trimestre se asociaron con un 65% menos de riesgo de prematuridad, según una investigación del Instituto de Salud Ambiental de Estados Unidos.


Los disparadores de un parto prematuro son: fumar, saltarse comidas frecuentemente, trastornos del sueño, comer alimentos picantes, consumo de drogas, trabajo físico extenuante y el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, a partir del término, tener relaciones si puede desencadenar el parto.

Después del parto

Muchos libros dicen que las parejas pueden reanudar las relaciones entre dos y tres semanas después de un parto normal y varias semanas más tarde después de una cesárea. Sin embargo, hasta que el bebé no duerme toda la noche, la mayoría de los padres se sienten tan agotados que el sexo no es una prioridad. Y la mayoría de los bebés no empiezan a dormir toda la noche hasta, al menos, 12 semanas después del nacimiento, así que no espere mucho de la libido hasta entonces.
De hecho, puede tomar meses para que las mujeres recuperen su libido. Una de las razones es el dolor alrededor de la vagina, que puede durar varios meses.
Otra razón es que, después del parto, los niveles de algunas hormonas aumentan, por ejemplo, el estrógeno, la prolactina y la oxitocina. Las dos últimas tienen efectos de amortiguación de la libido. Otro punto es que la mujer, con sus senos congestionados de leche, puede sentirse incómoda. En realidad, algunas mujeres recuperan el interés por el sexo cuando destetan.

Además, de la investigación de Semans se desprende otro asunto, y es que a algunos hombres se les baja la libido al ver que los senos de sus parejas gotean leche, en cambio, a otros les excita. La pareja debería discutir esto, ya que en este punto cualquier sentimiento puede ser posible.


La maternidad como sinónimo de menor atractivo

La tercera razón por la cual la libido de la mujer cae después del parto, es la creencia de que el hecho de ser madre la hace menos atractiva. Existen ciertos contextos culturales en que las mujeres son inculcadas a que deben mostrarse atractivas hasta que procrean, y que después deben dedicarse a criar a su hijo. Los especialistas dicen que después de la maternidad, muchas mujeres se desexualizan por un tiempo, y que tener relaciones ya no es una prioridad. Lo que se recomienda en estos casos, aunque no se tenga sexo genital durante un tiempo, es tratar de mantener una conexión sensual con la pareja, besos, abrazos, masajes. Aunque no haya relaciones, los nuevos padres deben encontrar un afecto no sexual tranquilizador, a medida que se ajustan a la paternidad.

Un estudio de la Universidad de Wisconsin, siguió la sexualidad de 570 mujeres embarazadas y sus parejas. En el quinto mes de embarazo, el 85% continuaba teniendo relaciones. Pero a medida que se acercaba la fecha, la proporción se reducía drásticamente. Un mes después del parto, sólo el 16% de las parejas tenía relaciones. Al cuarto mes posterior, ya el 88% las tenía. Y a los 12 meses, la cifra fue del 91%.
Si usted no tiene relaciones durante mucho tiempo después del nacimiento de su hijo, considere la terapia como ayuda.

En cambio, otra creencia cultural es que, en muchos casos, la paternidad convierte a la pareja en mejores amantes. Según la investigación de Semans, esto ocurre con frecuencia. Es que la paternidad requiere de mucha generosidad, solidaridad, paciencia e imaginación. Y la asociación de todas estas cualidades generalmente se traduce en una mejor relación en la intimidad de la pareja.


Referencia:
"Sexual activity during pregnancy" David Savitz, Obstetrics and Gynecology (2012)



Atracción o rechazo: instintos y relaciones de pareja


Cuando se trata de citas románticas está claro que debemos confiar en nuestros instintos. Si la persona nos cae bien, quizás la veamos como una potencial pareja, en cambio, si nos causa una mala impresión, pasar de ella.


atracción rechazo pareja

Estos instintos sin dudas pueden ser muy útiles, pero también son objeto de una serie de sesgos que nos pueden llevar a confiar en la persona equivocada o pasar por alto a la correcta. Estas son tres maneras por las cuales ciertas intuiciones nos pueden llevar por mal camino:


1.) ¿Por qué adjudicamos atributos (que no poseen) a algunas personas?

¿Le ha pasado alguna vez que sintió un afecto inmediato hacia otra persona para después darse cuenta de que él o ella le recuerda a otra persona? O también lo contrario, que una persona le caiga mal casi sin conocerla y después darse cuenta que comparte ciertos gestos o rasgos con alguna persona que no nos gusta.
Esto nos pasa, pero muchas veces no somos conscientes de esta propensión, igualmente, es parte de nuestros comportamientos y percepciones. Este sesgo se llama transferencia, y no se limita a un contexto, es decir, es una experiencia común en la vida cotidiana y puede ocurrir en una variedad de relaciones.
En una serie de experimentos de pareja se manipuló este sesgo sutilmente en diferentes encuentros entre personas de ambos sexos. Lo que los investigadores encontraron fue que muchos de los participantes tendían a percibir a otras personas, desconocidas para ellos hasta ese momento, a través del lente de una persona conocida (generalmente parejas o ex parejas), todo ello sin conocimiento consciente de esta conexión. Además, los sentimientos y comportamientos de los participantes en relación con el nuevo individuo, a menudo reflejaba lo que habían experimentado con la persona conocida.
En otras palabras, nuestros instintos sobre nuevas personas, a menudo son influenciados por su parecido circunstancial a otras personas que ya tuvimos o tenemos algún tipo de relación.
Nuestro deseo de llenar espacios en blanco y hacer nuestro mundo social más predecible, a veces también puede ocasionar que sea más difícil percibir gente nueva como lo que realmente son. Como resultado, podemos sentirnos atraídos/as por personas por razones equivocadas, específicamente, debido a que les atribuimos cualidades positivas que en realidad no poseen. De la misma manera, podemos sentir rechazo por personas que, en realidad, no poseen los atributos negativos con los que las asociamos.


2.) Instintos atrapados en el pasado evolutivo

Los sentimientos no sólo están influenciados por relaciones pasadas, también lo están por nuestro pasado evolutivo. La ciencia ha hallado innumerables pruebas que sugieren que la atracción de los humanos modernos se ve determinada por factores que pueden haber ayudado a nuestros antepasados lejanos, pero que tienen poco que ver con lo que hace una relación satisfactoria en la vida actual.
Por ejemplo, las investigaciones muestran que las mujeres tienden a encontrar más atractivos a hombres socialmente dominantes y masculinos durante la ovulación, y a hombres menos dominantes y menos masculinos durante el período menos fértil de su ciclo. Algunos científicos especulan que este patrón de atracción evolucionó como una doble estrategia de apareamiento, en el que las mujeres se reproducían con hombres altamente dominantes (para asegurar buenos genes), pero que formaban parejas con hombres menos dominantes, lo que les aseguraba más compromiso en la tarea de criar a sus hijos.
En apoyo a dicha hipótesis, los investigadores sugieren que las mujeres son más propensas a fantasear y participar en relaciones extramaritales con hombres dominantes durante la ovulación. No hace falta decir que, en la actualidad, este tipo de criterios no son lo más aconsejable.
Los hombres, en cambio, han evolucionado en una preferencia instintiva hacia mujeres más jóvenes, porque esta alianza puede aumentar sus probabilidades de trasmitir sus genes. Sin embargo, en la medida que estos instintos siguen la búsqueda ciega de mujeres más jóvenes, pueden nublar la consideración de factores que pueden resultar más relevantes y satisfactorios en una relación de pareja.
Es importante tener en cuenta que cuando las personas, tanto hombres como mujeres, experimentan este tipo de instintos románticos, no suelen ser conscientes de esto. Es decir, las mujeres no están pensando "estoy ovulando, así que probablemente me conecte con un tipo de aspecto más masculino y engañe a mi marido". Asimismo, los hombres tampoco piensan "esa mujer se ve muy fértil". Estas preferencias, más bien, son instintivas y tienden a ser experimentadas como sentimientos generales de atracción.


3.) Prejuicio automático

Diversas investigaciones han mostrado que las reacciones sobre personas de diferentes grupos étnicos o raciales son impulsadas, en gran medida, por procesos automáticos que tienen lugar fuera de la conciencia. Por ejemplo, un estudio realizado en Bélgica encontró que personas de raza blanca, ante una conducta ambigua de un individuo desconocido, eran más propensas a catalogarla como “comportamiento hostil” si dicha persona era de raza negra o árabe. Incluso este sesgo es visible a nivel neurológico, ya que algunas personas al ver caras de otra raza muestran una mayor activación de la amígdala, una región del cerebro que procesa las amenazas.
Sin embargo, en muchos casos, este sesgo no está impulsado por intenciones maliciosas, sino más bien, por percepciones profundamente arraigadas. Un individuo que ha sido expuesto a estereotipos negativos sobre diferentes grupos, razas, etc. es muy probable que la desconfianza pueda interferir con el desarrollo de amistades y relaciones de pareja con integrantes de dichos grupos.
Al igual que otros sesgos, los prejuicios automáticos no son conscientes, sino que pueden experimentarse como una vaga sensación o evaluación negativa hacia alguien.
La lección es que no siempre podemos confiar en nuestros instintos acerca de los demás, sobre todo cuando estamos evaluando a miembros de otros grupos, ya que es posible que el prejuicio automático pueda estar jugando un papel en la formación de nuestras apreciaciones.

En definitiva, los instintos evolucionaron para protegernos del peligro percibido y aumentar nuestras probabilidades de propagar nuestros genes. Pero el contexto en el que han evolucionado es muy diferente al mundo de hoy, donde las cosas que queremos para nuestras vidas tienden a extenderse mucho más allá de lo deseable y posible para nuestros antepasados. Los instintos fueron y son muy útiles, pero en muchos casos, son menos significativos de lo que sentimos que son.